Creo que a estas alturas del partido, todos tenemos un amigo o amiga tan fan de los programas de cocina que se recrea en sus platos y nos ofrece cenas llenas de “exquisiteces” que a veces terminan en tragedia.
Es como si después de ver al gran Adrián Mateos traer la pica a casa nos volviéramos locos -no podía dejar pasar la ocasión de felicitarle por cumplir el sueño de muchos de nosotros y por fin poner en el circuito EPT al poker español donde se merecía desde hace mucho tiempo-.
Nos encontramos en un spot en el que le flotamos con aire de la montaña a un tipo que no conocemos, con el que no llevamos horas a palos, sin las lecturas y las capacidades de “Amadi” *y nos pegamos un piscinazo sin agua. El movimiento en la mano con la perla negra es sublime, difícil de imitar para un pro y me atrevería a decir que imposible en micros. Sin mencionar nombres me atrevería a decir que es como las cenas TopChef de algunos, una receta para la tragedia.
Por muy bonitos que nos parezcan muchos de los platos que vemos en la tele, poca gente tiene el nivel TopChef, algunos pueden llegar a MasterChef, otros pueden seguir al gran cómico Karlos Arguiñano y otros sólo dan para MasterChef Junior. Así es la vida. La cocina es un arte que lleva años dominar y en el que siempre se sigue aprendiendo y evolucionando, ¿os suena?
Otra de las limitaciones importantes en estas “imitaciones” son las herramientas, el arsenal con el que contamos en la cocina muchas veces está bastante limitado e incluso cuando contamos con herramientas maravillosas regaladas por algún bienintencionado familiar o amigo no somos capaces de utilizarlas con solvencia. Hemos visto como las utilizan en la tele, hemos leído en internet mucho sobre ellas y las primeras veces que nos metemos con ellas nos la pegamos con todo el equipo: plato desastre a pesar de que contábamos con la herramienta correcta, ¿os suena?
Por último, y no menos importante, es el acceso y sobre todo el conocimiento de los ingredientes y técnicas que se utilizan en la alta cocina.
Nuestro frigorífico muchas veces no cuenta con esos ingredientes y cuando los encontramos en un super gourmet, muchas otras veces la liamos parda en su manipulación o con la cantidad de elemento mágico que utilizamos. Esta analogía está un poco más traída por los pelos pero en definitiva no es lo mismo hacerle un farolazo en river a Lodden, capaz de llegar a pensar y pensar y pensar y encontrar más situaciones en las que pierde que en las que gana y preocupado de abrirse camino en la mesa final sabiendo que los otros dos rivales eran mucho más débiles que al tipo capaz de pagarnos con tercera pareja siguiendo sus instintos, casi siempre perdiendo, pero esta vez, esta vez…
En definitiva, la alta cocina mola un huevo. Usan materiales y herramientas que molan mucho más. Hoy en día todo está en internet, es fantástico que alguien que no había cocinado nunca disfrute intentando hacer esas cosas, pero hoy yo no puedo ir a cenar, lo siento, hoy -por suerte- juega el Madrid.
Pues lo mismo, señores, ocurre con las 3bets en microlímites. En muchas ocasiones nos encontramos en los foros y en las conversaciones con amigos con tragedias culinarias que ponen los pelos de punta. Estábamos muy deep y le 3beteo a un pez que abre UTG con AQ y… O bien: el tío era muy nit y había abierto en UTG, pagan dos calling por detrás y le 3beteo en squeeze TT y…O también: me 3betea el tío que es malísimo y pago con JJ y el flop es…
Luego me extenderé un poquito, pero en MasterChef Junior, me refiero a las situaciones más sencillas de microlímites, las 3bets son por valor y salvo ocasiones muy concretas no compensa pagar 3bets fuera de posición. Por mucho que nos cueste encontrar el botón de fold en esas situaciones, ese es el botón de elección.
En el siguiente artículo profundizaremos un poco más con Karlos y su cocina pero hay varias consideraciones muy sencillas, que no dejan de ser ampliar un poco el párrafo anterior, que debemos tener en cuenta cuando hablamos de 3bets en micros.
El primer objetivo que debemos cumplir siempre que jugamos al poker es que nuestra apuesta nos deje en posición de poder tomar mejores decisiones que nuestro rival en las siguientes rondas, o en esa ronda en concreto. Si nuestra 3bet sirve en cambio para complicarnos la vida, dejarnos en situaciones delicadas preflop, o en flops donde no sabremos muy bien como seguir o se la estamos haciendo a un rival desconocido con el que no tenemos muy claro como continuar, pues blanco y en botella.
Es una situación muy sencilla. Si no encontramos situaciones en las que la 3bet nos beneficia, en las que tenemos claro cómo sacar partido, por ejemplo porque el rival abre muy loose y paga 3bets con cualquier cosa o juega postflop con las cartas boca arriba, pues perfecto, tenemos valor. Si nos lleva al caso anterior, pues el valor no es tan claro y si no tenemos un plan para el postflop, o no conocemos al rival lo suficiente, o sabemos que nos costará llevarnos la mano las suficientes veces, pues nada, aparcamos el robot de cocina, dejamos la citronela para espantar los mosquitos y decidimos si nos compensa el call o si lo más sensato es un fold.
Fuera de posición será todavía más complicado, con lo que salvo que tengamos claro que es una buena situación de rerobo, o un plan sencillo contra el raiser en posiciones más tempranas, es mucho más sensato evitar la situación. Si nuestra agresión nos va a dejar comprometidos no tiene sentido, por mucho que nos digan que el poker siempre es agresivo, las lentejas con chorizo de la abuela son como son, más sencillas quizás, pero se comen. La espuma de lentejas con citronela ya os digo yo que se come, pero con cuidado.
Si siendo el agresor preflop nos va a costar llevarnos la mano a casa imaginad lo que va a costar sacar partido de una situación en la que estamos pagando una 3bet fuera de posición. En la mayor parte de los casos la mejor solución va a ser el fold a no ser que estemos tan seguros de ir muy por delante que nos compense hacer una 4bet por valor y llevar a nuestro amigo a value town. Si vamos a ser nosotros los que hagamos la ruta de vinos y tapas por la ciudad del valor, pues lo dicho, casi compensa esperar al siguiente spot, hacemos un simpa y cambiamos de bar a ver si en el siguiente nos gustan más las tapas.
Es cierto que siguiendo estas dos recomendaciones estaremos dejando escapar muchas situaciones super jugosas y muy apetecibles, pero para que sean EV+ necesitaremos poder resolver con solvencia algunas situaciones que cuando estamos empezando, o incluso cuando llevamos tiempo jugando, nos traen de cabeza. Si tus situaciones de 3bet no son claramente rentables o pagas mucho fuera de posición es el momento de añadir un cambio que las simplifique.
Sin más que añadir os invito a acompañarnos la próxima semana mientras Karlos nos explica platos sencillos y no demasiado complicados que podemos cocinar con la 3bet como ingrediente principal en microlímites.
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