Artículo original de Jan Heitmann.
No he estado jugando demasiado al poker durante las últimas 6 o 7 semanas. Una de las razones más importantes es que he sido padre (nuevamente) hace cinco semanas de un niño.
Buena parte de ese tiempo estuve centrado en el éxito de George Danzer en el WSOP Asia Pacific series. Estaba muy emocionado de verlo ganar el Player of the Year (POY) de las WSOP, un sueño que ni siquiera George había pensado antes. Siempre quiso tener un brazalete, y no pudo lograrlo hasta mucho tiempo después – tras una década de intentos. Después, todo llegó en cascada este año y ganó tres brazaletes ¡además del POY!
Bromeé con George después de que ganase su tercer brazalete, que le reportó un premio de unos 75.000$, acerca de que ahora necesitaba marcarse un nuevo objetivo o quizás ganar o llegar lejos en un evento de los gordos y buscar un premio en metálico importante. Danzer es un jugador experto, y siempre es agradable ver que lo hace tan bien.
Yo también he tenido la oportunidad de jugar recientemente al «experto», por así decirlo, en un par de ocasiones. Una de ellas fue cuando di una charla delante de 300 personas en una conferencia de marketing online en la que era uno de los ponentes.
Fue una situación un tanto inusual hablar en esta conferencia dado que no tengo nada que ver con el marketing online, y la gente que acudió no tenía, necesariamente, ni idea sobre poker. Resultó que cerca del 80% de los espectadores tenían, al menos, algunas nociones del juego – quizás jugaron puntualmente. Pero solo un puñado de ellos había oído hablar de mí antes, lo cual sugiere que no habían seguido la actualidad del poker.
La audiencia, por tanto, no estaba especialmente interesada en el poker per se, pero resultó que la charla fue muy buena y recibí muy buenas críticas. Estaba un poco nervioso hablando ante tanta gente – Nunca antes había hablado delante de la multitud – pero estuvo bien.
También tuve tiempo de conceder un par de entrevistas a las dos publicaciones económicas más importantes de Alemania. Una de las entrevistas fue sobre poker, y la otra fue un artículo sobre «invertir en las personas», para la cual hablé sobre cómo funciona el intercambio de porcentajes en el poker.
Tal y como dije, la mayor parte del tiempo la pasé con mi familia, que ahora cuenta con un miembro más. He estado llevando a mis dos hijas mayores a la guardería cada día – la mayor tiene tres años y la otra dos años y medio – para después recogiéndolas, y durante el día cuidando de mi hijo.
Tengo que decir que ser padre a tiempo completo es, simplemente, un trabajo maravilloso. Ha sido muy agradable pasar tanto tiempo con mis hijos. También ha sido duro, he de decir. Es como «grindar» pero sin descanso. Cuando juego online, siempre me tomo un descanso cada dos horas para tomar café o dar un paseo y tratar de desconectarme para empezar con la cabeza fresca de nuevo. Pero haciendo de padre, es un no parar desde la mañana hasta la noche.
Los niños cambian demasiado rápido cuando son muy jóvenes. Estuve leyendo algo el otro día que trataba cómo el crecimiento de los niños hacía que te dieses cuenta de que hay una última vez para todo – de hecho, un catálogo entero de «últimas veces». La última vez que van corriendo hacia ti. O la última vez que los recoges. O la última vez que te necesitan para atarse los zapatos. Es posible que muchas de estas «últimas veces» no las hagas con una sonrisa de oreja a oreja, pero algún tiempo más tarde, cuando no te necesiten para hacer esas cosas, puede que las eches de menos.
A pesar de todos los retos, quiero disfrutar de esta oportunidad de pasar cada hora del día con ellos de esta forma. En cuanto a lo de ser padre, siento que estoy aprendiendo y mejorando.
Todavía no soy un experto, por supuesto. ¡Pero lo estoy intentando!
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