Home / LAPT de Río: el final del comienzo

Hace un par de semanas, dos jóvenes holandeses dejaron sus casas en Ámsterdam para irse de vacaciones a Sudamérica. Cuando regresen a Europa, dentro de un par de días, uno de ellos será 228.000 $ más rico, además de ser conocido como el primer campeón de la historia del Latin America Poker Tour de PokerStars.net.

«Pasábamos por el barrio, así que pensamos que debíamos probar”, nos explicaba este curioso chico de 19 años, llamado Julien Nuijtenm, para describir el duro camino que le llevaría desde Argentina a Río de Janeiro, Brasil, para participar en el mayor torneo de poker jamás organizado en este continente.

Aunque su concepto de “barrio” necesita trabajarse, su juego en el poker es ya excelente. Sobrevivió a otros 313 jugadores, cada uno de los cuales había pagado 2.500 $ para hacerse con este magnífico torneo. Es probable que esta “breve diversión” valiese la pena para Julien.

Pocos podrán negar que Nuijten se mereciese este torneo. María, la blogger de PokerStars brasileña comentó la primera vez que coincidió con él, el viernes en el pasillo del Hotel Intercontinental, que creía que acababa de ver al campeón en potencia. Parecía centrado, confiado, tranquilo y con determinación y, ya entonces, tenía las maneras de un campeón, dijo María.

Todos pudimos ver cómo su montón de 10.000 fichas inicial crecía sin descanso durante los dos primeros días, haciéndose con todas las fichas del miembro del Equipo PokerStars Pro Humberto Brenes a comienzos del primer día, para seguir aumentándolas hora tras hora. La última noche, cuando sólo quedaban diez jugadores, Nuijte se encontraba todavía entre ellos y, ¿os lo imagináis?, todavía parecía centrado, confiado, tranquilo y con determinación.

Cuando se encontró con pareja de Ases en sus dos cartas y destrozó la pareja de Reyes de Alex Marques, llegamos a la mesa final, con un monstruoso montón de fichas para el líder de fichas. A las 21:00 h, teníamos ya un ganador.

La mesa final comenzó en Río con esperanza para estos nueve jugadores:

Julien Nuijten (Holanda) — 970.000
Vitaly Kovyazin (EE.UU.) – Clasificado por PokerStars — 380.000
Alex Brenes (Costa Rica) — 324.000
Nikolai Senniger (Alemania) — Clasificado por PokerStars — 318.000
Juan Carlos Burguillos (Venezuela) — 297.000
Rafael Pardo (Colombia) — Clasificado por PokerStars — 278.000
Eduardo Henriques (Brasil) — 275.000
Oliver Kugler (Alemania) — Clasificado por PokerStars — 176.000
Severin Walser (Suiza) — Clasificado por PokerStars — 175.000

Hicieron sus entrevistas, nos hablaron de sus vidas y se pusieron en fila para ser fotografiados delante de un mural fotográfico de una vista aérea de Río. Tras todo esto, se les permitió jugar algo a poker.

Los momentos iniciales fueron bastante conservadores, pero en menos de 20 minutos perdimos a nuestro primer contendiente. Severin Walser se encontraba entre el grupo de gente más tranquila, en la que ha sido una zona de torneo realmente bulliciosa, a lo que contribuían las voces de la enorme multitud que se congregó durante los tres días. Puede que Severin fuese la persona que mejor comprendiese qué estaba pasando a su alrededor, pues presumía de tener fluidez en al menos cinco idiomas, además de su alemán/suizo nativo.

Posee también uno de los más brillantes currículos de poker, habiendo participado en una mesa final de las World Series de 2007, donde acabó cuarto en un evento de seven-card stud y se sentó en la mesa final junto con Daniel Negreanu, Jeffrey Lissandro y Howard Lederer.
Pero sabe que en el poker, las cartas hablan, y su As-Jota del mismo palo no pudo batir a los Ases de Rafael Pardo, en un all-in antes de salir el flop. Adiós. Goodbye. Auf Wiedersehen. Au revoir Severin.

El siguiente en salir fue un miembro del gran contingente latinoamericano que se encontraba en Río. Juan Carlos Burguillos, de Venezuela, se plantó en la final con la media de fichas, pero comenzó mal el día al ser el damnificado de una enfermiza jugada en la que a su rival, Nikolai Senniger, le salió una de las dos cartas que le valían para derrotarlo (habría más jugadas como estas más adelante), lo que le dejaría tocado.

Se encontró apostando todas sus fichas con un Reina-Ocho del mismo color. Oliver Kugler, de Alemania, igualo con un As que le valdría para ganar. Burguillos estaba eliminado y el ruido de la sala de torneo bajó del volumen 11 al 10 con la eliminación del latinoamericano.

Otro latinoamericano siguió a Burguillos. Rafael Pardo recordará este torneo como una de las inversiones de 7 $ más rentables de su vida. El colombiano se inscribió en uno de los torneos clasificatorios steps de PokerStars de nivel uno, con un coste total de 7,5 $. Tras superar todos los pasos hasta la final online, ganó su asiento para este torneo, para después iniciar su ascenso en el ambiente del poker en vivo.

Recorrió el largo camino hasta la mesa final, pero fue otro más de los jugadores que se pasaron la primera hora, aproximadamente, sin poder jugar buenas cartas, con el añadido de jugar contra el gran montón de fichas de Julien Nuijten. Finalmente, Pardo empujó su montón al centro de la mesa, generando un bote, tras igualar Nuijten y Vitaly Kovyazin, que le habría permitido triplicar sus fichas. Pero cuando Nuijten apostó, con un Rey como carta mas alta del flop, antes de que se generase un bote secundario, Pardo probablemente sabía que caminaba sobre la cuerda floja. De hecho, aunque su Nueve-Ocho le daba una pareja intermedia, Nuijten tenía el Rey y el colombiano estaba fuera.

Como hemos comentado anteriormente, los jugadores latinoamericanos han tenido un maravilloso apoyo aquí, en Río, con una multitud desplazándose desde la playa, o el estadio de fútbol, hasta el Hotel Intercontinental para gritar, animar y cantar durante los tres días. El jugador que más se crecía con este ambiente pareció ser Eduardo Hernandes, que se enfundó ayer la icónica camiseta canarinha de la selección de fútbol de Brasil, y fue protagonista de las mejores fotos del torneo.

Nadie quería verlo eliminado, pero cayó en sexta posición cuando su 7-8 se vio superado por el A-5 de Nuijten. La multitud, por supuesto, se entusiasmó al aparecer un 8 en el flop, pero un As en el river selló la jugada y Eduardo estaba fuera. Nuestro fotógrafo estaba preparado para obtener la foto del habitual “perdón” tras la eliminación, pero quién querría ver eso, pudiendo ver de nuevo los momentos felices de Eduardo ayer.

No me voy a disculpar por la reiteración, porque si una foto pudiese resumir todo lo que fue el torneo de Brasil, debería ser ésta.

Los cinco jugadores restantes tenían una cantidad razonable de fichas, pero alguno se sabía bajo una mayor amenaza que los demás. Oliver Kugler, uno de los dos jugadores alemanes que consiguieron llegar hasta la final, se encontraba dentro de esta categoría, pero abandonó el torneo sabiendo que no había cometido muchos errores. Kugler, que se mudó a Río desde Hamburgo hace cuatro años, recibió pareja de Reinas y progresivamente fue subiendo el bote, hasta que alcanzó una cantidad respetable, contra Vitaly Kovyazin.

Pero el flop y el turn trajeron demasiadas cartas negras y de picas para las Reinas rojas de Kugler, que en aquel momento ya se encontraba all-in, y Kovyazin, con su As de picas logró completar su color máximo. Kugler estaba eliminado.

La salida de Oliver nos dejó con cuatro jugadores, y también dejó a Julien Nuijten y a Vitaly Kovyazin con enormes montones de fichas. Más discreto, en el otro extremo de la mesa, se encontraba un hombre llamado Brenes, nombre raramente asociado al silencio en las mesas de poker. Pero bajo la atenta mirada de su hermano Humberto, el más joven de los Brenes, Alex, había conseguido formar parte de los cuatro últimos jugadores.

Incluso, aunque no llegaría más lejos, Brenes se pasó más de media hora bajo los focos, por lo que protestó, debido a la tonalidad de la luz. Una gran mano contra el otro jugador con menos fichas, Nikolai Senniger, (A-Q contra 10-10) dejó a Brenes con 7.000 fichas, menos de una ciega grande. Apostó todo en la siguiente mano, con un As dominado, eso sí, pero un 7 en el river le llevó a doblarse de nuevo.

Más tarde, Brenes, recibió As-Rey, buenas cartas para doblarse de nuevo. Y creí que así había pasado cuando la muchedumbre se hizo tan densa, a causa de los aficionados costarricenses que se acercaban a presenciar el resurgir de sus cenizas del fénix, que no podía ver nada. No me hizo falta. Los gritos de triunfo y los aullidos de angustia se podían oír en San José.

Así, hubo tres o cuatro rugidos, seguido por uno de esos chillidos. Su Q-3 finalmente no fue suficiente y Brenes se encontró con la salida del torneo, dejando claro que hay dos hombres con el mismo apellido que merecen toda nuestra atención.

Nikolai Senniger había conseguido meterse entre los tres últimos jugadores sin apenas llamar la atención. Y seguramente contemplaba encantado como se enfrentaban entre sí los dos enormes montones de fichas de Julien Nuijten y de Vitaly Kovyazin. Hubo un momento en el que Julien tanteó a Vitaly al apostar todas sus fichas y el americano le miró como si debiese igualar. Al final, se retiró, sobreviviendo para combatir otro día.

Nikolai sin duda estaba en el punto de mira de los dos líderes, pero acabó saliendo de forma bastante desafortunada, en tercera posición. Este clasificado por PokerStars de Alemania recibió dos Jotas y apostó all-in antes del flop. No eran malas cartas, pero tremendamente desafortunadas cuando tu oponente posee dos Reyes. No mejoró su jugada y Senniger abandonó el torneo siendo 86.350 $ más rico.

Esto dejaba a Julien y a Vitaly en la lucha por el primer puesto. Habían sido los jugadores más agresivos durante todo el día, y cuando los entrevisté antes de la mesa final, se pasaron un buen rato conversando sobre el juego del otro, tras haber jugado juntos durante el día anterior. Ambos parecían haberle tomado la medida al otro, y tenían prácticamente el mismo número de fichas. Iba a ser un acontecimiento espectacular.

Vitaly, oriundo de Rusia, pero que emigró a los Estados Unidos en los 90, logró una mesa final de un evento del circuito de las World Series en 2006 y encontró un hogar en las mesas de Foxwoods y Atlantic City en la costa este. Pero se clasificó para Río vía online, ganando un satélite de 10.000 FPP en PokerStars, lo que, efectivamente, quiere decir que estaba jugando torneos gratuitos.

Por contra, Julien accedió al torneo comprando directamente la entrada, sin tener grandes resultados vinculados a su nombre en grandes torneos. Sin embargo, había estado en situaciones similares, pues ganó el campeonato del mundo de Magic: The Gathering cuando sólo contaba con 15 años. Los jugadores de Magic, incluidos Dario Minieri y Noah Boeken del Equipo PokerStars Pro, suelen aprovechar su experiencia para obtener buenos resultados en las mesas de poker, y eso parece repetirse con Julián.

La batalla en el heads-up fue tal como habíamos esperado. E incluso mejor. La táctica de Vitaly parecía consistir en subir con posición antes del flop, o igualar la correspondiente subida de Julien, y tomar las decisiones en base a las tres cartas que saliesen sobre la mesa. Julien parecía seguir la misma estrategia. Ambos jugadores apostaban cantidades de 100.000 fichas, para luego hacer check-raise como si su vida dependiese de ello.
Julien tomó el liderato, pero Vitaly lo recuperó, al salir una de las dos cartas que completaban su jugada en el river, después de que Julien destapase su farol. Así que continuaron su lucha algo más.

La mano final fue típica: los dos jugadores entraron en el bote jugando con cartas de inicio por debajo del rango habitual, ambos consiguieron ligar jugada en el flop y esperaban atrapar al otro. Al final, la trampa de Julien resultó más profunda: tenía trío con su 8-7 mientras que el Q-5 de Vitaly se conformaba con ser la mejor pareja sobre la mesa. Apostaron todas sus fichas en el turn, y la mano de Julien resistió. Así ocurrió.

Han sido tres días increíbles en Río. Más de 300 jugadores comenzaron en el primer evento de un tour completamente nuevo, que ha superado las expectativas de todos. Mientras recogemos nuestras cosas para perdernos en la noche de Río, una frase se repite más que cualquier otra entre los periodistas, jugadores, repartidores y personal:

“Nos vemos el año que viene”

Esto ha sido sólo el principio.

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El equipo del vídeo-blog estuvo, por supuesto, en primera línea para recoger toda la emoción de la mesa final. Aquí está su última obra maestra, junto con otros vídeos disponibles en PokerStars.tv (en inglés).

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