El jugador de Bavaria protagonizó la que fue sin duda la jugada del torneo durante la disputa de la tercera jornada del Evento Principal. Su gesto deportivo recibió las felicitaciones de compañeros y jugadores.

El finalizado European Poker Tour de Barcelona ha tenido diferentes protagonistas. La figura más relevante del campeonato ha sido el indonesio John Juanda, que consiguió el pasado domingo el título de campeón. Juanda, uno de los diez jugadores con más ganancias en torneos en vivo de la historia, se impuso sobre un field de 1.694 jugadores.

Otro que consiguió una gesta extraordinaria fue Mario López. El argentino tuvo que enfrentarse a un campo de jugadores muy superior (3.292) en el Evento Principal del Estrellas Poker Tour (ESPT), torneo del que se proclamó vencedor. Por si eso no fuese suficiente, López logró colarse en el día 5 del Main Event del EPT en el que finalizó en la 20ª posición.

Pero lejos de los focos, entre las mesas, hubo otro jugador que se convirtió en protagonista: Pascal Hartmann. No ganó ninguna pica ni tampoco consiguió entrar en premios, pero salió de Barcelona con algo mucho más importante: el reconocimiento de sus rivales.

Todo ocurrió después del primer descanso del día 3 del Evento Principal del EPT. La burbuja estaba cada vez más cerca y los botes eran cuestión vital. En una de las manos sucedió lo que contamos durante la cobertura en directo del torneo:

«Durante el primer nivel que hemos dejado atrás hemos vivido una situación muy particular. Uno de los crupieres ha requerido la presencia del director del torneo después de que surgiese una duda en la mesa. El directo acudió rápidamente para arrojar algo de luz sobre lo sucedido.

Pascal Hartmann abrió la mano al recibirla limpia. Lo hizo desde posiciones intermedias. A su izquierda, un rival le metió la tercera y el resto de jugadores se retiraron. En un despiste, el crupier recogió las cartas del jugador que había hecho la tercera y ahí comenzaron las dudas. ¿Cuál es la solución?

La buena noticia es que el crupier tenia dos montones de cartas. Por un lado los descartes del resto de jugadores, los que hablaron primero, y por el otro los descartes de los que hablaron después. Fue entonces cuando Luca Vivaldi, director del torneo, explicó que iban a hacer lo siguiente: escucharía a los jugadores cuyas manos se habían descartado, solo los del segundo montón, y si coincidían, entregaría después la mano al jugador que metió la tercera apuesta.

Vivaldi comenzó entonces a chequear las manos y comprobó que una de ellas era la que le habían dicho. Sin embargo, otro de los jugadores que había foldeado no recordaba con exactitud, por lo que las explicaciones que recibió Vivaldi no coincidieron con las cartas descartadas.

Vivaldi, lamentándolo mucho, dijo que no podía hacer nada y que la mano seguía.
Llegaba el turno de Hartmann que lo único que debía hacer era apostar para llevarse el bote. Sin embargo, el alemán anunció que foldeaba su mano para que así no perdiese tantos puntos su rival.

El resto de jugadores apreciaron su gesto e incluso Imad Derwiche, el líder del día 1A, aplaudió a Hartmann y le felicitó por lo que había hecho«.

Gracias a nuestro compañero del blog en inglés, Stephen Bartley, hoy sabemos el nombre de los jugadores que estuvieron involucrados en el bote. No fueron protagonistas, pero sirve para completar la información que contamos.

Jugador de la three-bet: Jiachen Gong
Ciega pequeña: Jonas Christensen
Ciega grande: Saar Wilf

Desde aquí, toda nuestra admiración y respeto por el gesto de Pascal Hartmann. Para nosotros es el MVP del EPT12.

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