Home / Perdida: Mi virginidad en Twitch

Artículo original de Lex Veldhuis

La semana pasada empecé a retransmitir en Twitch. Es algo que quería hacer desde hace mucho pues soy un usuario ávido de Twitch. Durante los últimos 4-5 años he visto mogollón de retransmisiones de Dota y Starcraft. Nunca supe qué tipo de contenido quería hacer yo mismo, pero cuando empezó el año y no pude coger el pulso en las mesas, supuse que había llegado la hora de hacer algo nuevo. Así que hice algo que tendría que haber hecho mucho antes: dejar la cámara encendida.

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Era muy perfeccionista sobre retransmitir y por eso paré de hacerlo. Solo ahora me he dado cuenta de que es un proceso. Arreglas algo cada día y paso a paso lo haces mejor con la ayuda de la gente que te está viendo. Cada mañana intento implementar alguna de las cosas por las que la gente me ha estado preguntando. Una de las cosas que siempre me ha gustado de las redes sociales es el contacto con la gente. Twitch va un paso más allá. Es como presentar un programa de tele para la gente y ellos te ayudan a mejorar el programa. Hay mucha interacción. Realmente no creo que puedas estar más cerca de la gente que te gustar seguir que con otra cosa que Twitch.

Sobre mi contenido, empecé haciendo algo que suelo hacer cuando me siento en las mesas: jugar Pot Limit Omaha. Aunque no creo que PLO esté tan bien para retransmitir así que probablemente lo haga un día puntual. Haces mucho dinero peleando por los botes pequeños y observas los errores en los rangos de apuestas de la gente. Es menos lineal que el Hold’em. Me gusta mucho interactuar con el chat, poner música y compartir vídeos. Combinar eso con PLO y se volverá demasiado frenético. Tu juego o tu retransmisión sufrirán. Los espectadores me dijeron que les gustaría ver algo de MTT’s así que me dije «¡Qué demonios!».

Solía encantarme jugar torneos. La gloria, la tensión, el hecho de que hubiese un campeón al final. Con el paso de los años eso cambió sobremanera y empecé a tener cierta aversión para con ellos. Mi atroz récord de torneos puede que haya tenido que ver, o puede que no, en eso. Jugarlos durante la retransmisión y hablar sobre ellos lo ha cambiado todo. Siento como que he completado el círculo en mi carrera y ahora puedo acercarme al poker desde un punto de vista diferente. Es como si, finalmente, fuese capaz de dar un paso hacia atrás y apreciar el juego tal y como es. Una gran parte de esto viene del entusiasmo que tienen los espectadores. Mola ver el poker a través de los ojos de la gente que está empezando a enamorarse del juego.

Ayer hice algo que puede resultar sorprendente: gané un torneo.

Era de bajo buy-in, pero acabar por delante de 1.181 jugadores para 2.685 $ sienta bien. Me gustó la acción, me gustaron las decisiones que tuve que tomar y estaba feliz de disfrutar de mi primera victoria en un torneo durante una retransmisión. Siempre hay jaleo alrededor de las mesas finales y cuando llegas lejos en los torneos. Fue increíble vivirlo en primera persona. Retransmitirlo ha reavivado mi amor por el poker tal y como lo hizo el PLO hace años. Independientemente de la varianza necesaria para ganar un torneo, sigo sintiendo que estoy en la buena senda y no puedo esperar para ver adónde lleva todo esto.

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