Guía de la UFC para tontos
12 de noviembre de 1993. Esa fue la primera vez que el mundo se fijó en la Ultimate Fighting Championship (UFC). Lo que entonces se veía como un espectáculo bárbaro, llevado al límite ya que las peleas solo podían terminar por «sumisión, KO o muerte», se ha convertido en una organización que mueve miles de millones de dólares y cuenta con grandes atletas, enormes patrocinios, contratos masivos en derechos de retransmisión y constantes controles antidopaje.
La UFC, su característico Octágono y muchos luchadores que han pasado por él, forman parte hoy en día del léxico de la cultura popular. Mientras que el boxeo ha creado iconos deportivos a nivel mundial, estrellas como Connor McGregor y Ronda Rousey solo podían ser fruto de las artes marciales mixtas (MMA) y esa mezcla de la UFC entre deporte y espectáculo.
Del mismo modo que las estrellas de dentro de la jaula son productos exclusivos de este deporte, resulta difícil imaginar otra liga u organización que contase con una cara visible como la de Dana White.
White, presidente de la UFC, es un auténtico pitbull cuando se enfada, y en sus momentos de mayor enfado o alegría es fácil que suelte algún improperio. Esto le ha convertido en figura muy querida por muchos dentro de la comunidad de las MMA y le ha establecido como la imagen de la UFC, independientemente de qué polémica haya suscitado.
La marca de la UFC gira entorno a una mezcla de pomposidad y de pura emoción, sin filtros. Pero detrás de la simplicidad de que «es solo una pelea», existe un deporte cargado de reglas y técnicas que pueden pasar desapercibidas a los ojos de los inexpertos.
Echemos un vistazo a aquello que necesitas saber si eres nuevo en el mundo de la UFC.
La UFC se rige por las Reglas Unificadas de Artes Marciales Mixtas, un conjunto de normas establecidas por las Comisiones de la Asociación de Boxeo. Las comisiones de atletismo locales supervisan los eventos, excepto en lugares en los que no hay establecido un cuerpo sancionador, en esos casos, en la UFC supervisan el evento ellos mismos siguiendo las reglas unificadas.
Las peleas constan de tres rounds de cinco minutos, a excepción de los llamados «eventos principales» y las peleas por el título, que son a cinco rounds de cinco minutos.
Las peleas son puntuadas por tres jueces que utilizan un «sistema de 10 puntos obligatorios». Bajo este sistema de puntuación, al ganador de cada round le tienen que dar 10 puntos (a no ser que se violen las reglas), mientras que al perdedor se le dan 9 puntos o menos dependiendo del nivel de dominio que haya ejercido a lo largo de los 5 minutos. En el caso de que no haya un ganador claro, un juez puede puntuar un round con un 10-10.
Si no hay KO o sumisión, se suma el total de puntos otorgado por los jueces y en función de ello se decide quién es el ganador. Si los tres jueces están a favor de un luchador, se considera unánime; si una decisión está dividida significa que uno de los tres jueces no está de acuerdo con los otros dos. (También puede producirse un empate si el total de puntos es el mismo para ambos).
Las reglas del combate suelen centrarse en lo que los luchadores no pueden hacer. No se puede:
• Morder
• Dar un cabezazo
• Meter los dedos en los ojos
• Tirar del pelo
• Hacer el anzuelo (por ejemplo, meter los dedos en la nariz o la boca del rival)
• Agarrar las rejas con los dedos de las manos o los pies
• Golpear en las partes bajas
• Hacer un «12-6», golpear con codo doblado en sentido descendente
• Patear o dar rodillazos en la cabeza de un contrario cuando esté sobre la lona
• Retorcer pequeñas articulaciones (dedos de manos o pies)
• Clavar a un rival en el suelo por la cabeza o el cuello
El listado completo de posibles infracciones es algo más largo e incluye, por ejemplo, la prohibición de pellizcar. Es en serio: puedes dar una patada en la cabeza a tu rival intentar, tirar de sus extremidades hasta el punto de que se rompan o cortar el flujo de sangre al cerebro con diversas llaves… pero no debes pellizcar.
Las faltas pueden penalizarse con advertencias, reducción de puntos o descalificaciones, dependiendo del criterio del árbitro.
Las peleas se realizan según diferentes tipos de peso. Los luchadores se pesan el día de antes de los combates y a menudo se someten a un duro proceso de deshidratación para perder peso antes de pesarse. Una vez que su peso es oficial, vuelven a hidratarse y suelen subir a la jaula con mucho más pesados que poco más de 24 horas antes.
En las peleas que no son por el título, se permite una diferencia de peso de una libra. Así, por ejemplo, un luchador puede pesar 171 libras para un combate de peso wélter (170 libras). En las peleas por el título no se permite esa diferencia de una libra.
Si un luchador no cumple el peso, su contrincante puede decidir no seguir adelante con la pelea. Sin embargo, el procedimiento habitual es que el luchador que ha incumplido pague como multa un 20% de sus ganancias (30% en casos exagerados) que van a parar a su rival, y que la pelea siga tal y como estaba prevista.
KOs y sumisiones
Los knockouts (KO) y las sumisiones no solo son maneras muy efusivas de alcanzar la victoria, sino también la oportunidad de llevarse el bono de la UFC de 50.000$ por la «Actuación de la noche».
Un KO es seguramente el momento más visceral en deporte. No es difícil imaginar cómo es que alguien mande al suelo a un hombre o una mujer de un puñetazo, codazo, rodillazo o patada, lo podemos entender de una manera instintiva.
Un KO técnico (TKO) se produce cuando un luchador no se puede defender de manera consciente de los ataques, por lo que el árbitro pide que se pare el combate por seguridad. Estos finales pueden resultar poco satisfactorios algunas veces -sobre todo cuando el luchador que va perdiendo parece que quiere seguir peleando- pero son absolutamente necesarios para evitar lesiones a largo plazo.
En 2013, la UFC publicó su Top 20 de KOs de sus primeros 20 años, poniendo en contexto los distintos tipos de violencia que puedes ver en la jaula.
A diferencia de la pura esencia de pegarse, que es muy intuitiva, entender la sutileza de algunos puntos de las MMA puede llevar algún tiempo.
La lucha libre y el jiu jitsu son básicos en el octágono desde hace tiempo. El estilo brasileño de jiu jitsu de Royce Gracie puso a la UFC en el mapa. Pese a parecer el hombre menos amenazante del estadio, acumuló un récord de 11-0-1 en los cinco primeros eventos de la promoción.
Jugar a la sumisión consiste en atacar los brazos, piernas y cuello en un intento de retorcer alguna articulación o realizar alguna obstrucción, hasta el punto de que el adversario tenga que «tap, snap or nap». Es decir, que dé golpes sobre la lona (tap) para pedir que termine el combate, se arriesgue a «romperse» por una lesión grave (snap) o, si se queda sin sangre, se duerma (nap) o quede inconsciente.
Una luxación de brazo (armbar), llave kimura, estrangulación desnuda (rear naked choke), estrangulación desnuda frontal (guillotine choke), luxación de rodilla (kneebar), del tobillo (heel hook) o cualquier otro tipo de sumisión, dependerá mucho de que el luchador que ataca se coloque de manera correcta para terminar la pelea. Por eso, es posible que escuches a los comentaristas de UFC soltar el clásico proverbio de las peleas «posición antes de sumisión». Si se intenta una sumisión sin establecer antes la posición correcta, es muy posible que se pase rápidamente de atacante a defensor.
Aquí tienes una recopilación de algunas de las mejores sumisiones de la historia de la UFC como forma de bienvenida al «gentil arte» de la lucha:
Aunque una pelea de MMA esté llena de complejidad, es, al fin y al cabo, una pelea, y los humanos comprenden lo que es pelear.
A Dana White le gusta citar al analista de boxeo Max Kellerman cuando quiere explicar cuál es el atractivo de la UFC.
«Imagina que tienes una calle con 4 rincones, en uno están jugando a beisbol, en otro a baloncesto y en el otro a hockey. En el cuarto rincón, se produce una pelea. ¿Dónde va todo el mundo? Todos van a la pelea.»
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