El jugador del Equipo PokerStars Pro hace memoria y nos recuerda cómo fue su paso de pequeño pescado a tiburón de las mesas. También nos regala una valiosa reflexión: para dejar de ser un pescado, primero hay que darse cuenta de que lo eres.
Con todos ustedes, Humberto Brenes:
“De un tiempo a esta parte, en el mundo del poker se me conoce como The Shark (el tiburón), pero no siempre ha sido así. Hace 27 años yo me creía un tiburón, pero un viaje a Nevada me enseñó que solo era un buen pescado.
Sucedió en mi primer viaje a Las Vegas. Mis amigos y yo ni siquiera pensábamos en jugar al poker porque no sabíamos que existiese esa posibilidad. Alguien quiso jugar al bacarrá, pero, en general, no teníamos nada en mente. Habíamos ido a disfrutar y a pasarlo bien.
De repente acabamos en la sala de poker del Horseshoe durante las World Series of Poker y pensamos que estábamos en el paraíso. ¡Era genial! Había torneos y muchas partidas de cash repletas de lo que nosotros creíamos que eran simples turistas. El primer día, los tres perdimos dinero. Esto no era habitual, ya que en Costa Rica no solía ser frecuente que los tres acabásemos perdiendo en el mismo día. Pensamos que era una cuestión de una mala racha.
El segundo día volvió a suceder lo mismo: perdimos los tres. Estábamos sorprendidos, pero confiábamos en que las cosas cambiarían al día siguiente. Ninguno de los tres había tenido nunca tres días de pérdidas consecutivos. Era imposible que los todos estuviésemos perdiendo a la vez de aquella manera.
Y el tercer día volvimos a perder. Nos sentíamos frustrados y un poco avergonzados. ¿Cómo podían aquellos turistas ganarnos así? Decidimos que a lo mejor no éramos tan buenos como pensábamos que éramos. Por extraño que pudiese parecer, quizá fuesen mejores que nosotros. Lo que no sabíamos era que la mayoría de aquellos turistas que estaban jugando las WSOP de 1986 no eran turistas en absoluto.
El cuarto día decidimos no jugar. Les pedimos algunos consejos para mejorar a varios de los jugadores con los que habíamos coincidido en las mesas. La mayor parte de lo que nos decían aparecía en el libro de Doyle Brunson (“SuperSystem”). Compré una copia y me la llevé de vuelta a casa.
Corría el año 1986…
Al año siguiente volví a Las Vegas para jugar las WSOP. Mi tiburón interior se había despertado y tenía hambre. Pagué los 10.000 $ del Evento principal y finalicé en 14ª posición. Hoy en día sería un fantástico resultado, pero de aquella solo me llevé 12.500 €. Tenía que estudiar y practicar más.
Volví a intentarlo en 1988. Esta vez finalicé en 4ª posición y gané 77.000 $. Ese fue el año en que Johnny Chan defendió su título contra Erik Seidel en el heads-up. También fue la mesa final que lanzó mi carrera como jugador de poker, la que me enseñó que podía jugar contra los mejores del mundo.
En la actualidad tengo rachas ganadoras y rachas perdedoras, como todo el mundo, pero si te encuentras conmigo en una mesa, ten cuidado. Puede que fuese un pescado al que podías engañar en 1986, pero desde entonces soy un tiburón.”
Humberto Brenes es miembro del Equipo PokerStars Pro.
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