Reglas y Apuestas del Guerra: El Juego de Cartas
Desde PokerStars Casino, presentamos todos los detalles de este pasatiempo. Jugar a juegos de cartas no siempre implica tener que seguir reglas complicadas y métodos elaborados. Algunos juegos están diseñados para divertir a todo tipo de público, como el caso del juego que os presentamos hoy. El juego está planteado para dos jugadores, y las cartas se van mostrando sucesivamente como si del poker se tratase.
Es un juego sumamente sencillo que puede hacer que cualquier tipo de jugador se lo pase muy bien.
«Guerra»: lo necesario para jugar
Para disfrutar del Guerra, solo se requiere una baraja de cuarenta cartas y, generalmente, dos jugadores que se desafíen. También pueden jugar más personas, aunque con menos cartas, por lo que el juego se vuelve menos emocionante y duradero.
El único detalle importante es asegurarse de tener el mismo número de cartas para que se pueda dividir equitativamente entre los jugadores. Por ejemplo, si participan tres jugadores, es necesario retirar una carta y utilizar una baraja de 39 cartas.
Reglas del juego
Como hemos mencionado anteriormente, las reglas de este juego son extremadamente simples.
El repartidor (que se elige al comienzo y luego se va alternando) distribuirá las cartas de manera equitativa entre los jugadores.
En un duelo uno contra uno, cada jugador recibirá 20 cartas que deberán mantener boca abajo y sin mirarlas, formando un montón frente a ellos.
A continuación, cada jugador volteará simultáneamente la primera carta de su montón sobre la mesa, en un emocionante enfrentamiento donde ganará aquel que tenga la carta de mayor valor. Ambas cartas serán reclamadas por el que haya mostrado la carta más alta y se colocarán debajo de su montón personal.
Este procedimiento se irá repitiendo en cada ronda, donde los jugadores mostrarán la primera carta de su montón y el ganador será quien posea la carta de mayor valor sobre la mesa.
Empate: ¡es hora de la guerra!
Si ambos jugadores levantan una carta de igual valor, da comienzo la «guerra», que da nombre al juego.
En ese caso, cada jugador deberá darle la vuelta a otra carta de la parte superior de su montón y se compararán nuevamente para determinar quién tiene la carta de mayor valor. El ganador se llevará todas las cartas que se hayan levantado en ese momento.
Fin del juego
El juego termina cuando un jugador logra llevarse todas las cartas de la baraja a su montón (es decir, si estáis jugando dos, el otro jugador se habrá quedado sin cartas).
En caso de que haya más de dos jugadores, el juego seguirá hasta que se elimine al último jugador.
Variantes del juego
Como ocurre con todos los juegos de cartas, existen varias variantes que se pueden adaptar según el tipo de jugador o las preferencias de diversión.
Aquí tienes algunos ejemplos:
- Reducir o aumentar el número de cartas en juego: para acelerar el juego, se puede optar por eliminar algunas cartas del mazo, o al contrario, utilizar una baraja francesa de 52 cartas (muy útil cuando hay más jugadores jugando).
- Dar la vuelta a más de una carta: en lugar de darle la vuelta a una carta por turno, puedes darle la vuelta a dos o tres cartas, decidiendo si se toma en cuenta el valor de la primera carta o la suma de todas ellas.
- Guerra más intensa: existen variantes en las que, durante la «Guerra» (cuando se sacan dos cartas del mismo valor), los jugadores no muestran inmediatamente la primera carta de su montón, sino que colocan una (o dos, o tres) cartas boca abajo sobre la mesa, para darle la vuelta a la siguiente carta, que es la que determinará quién gana la mano. En ese caso, el jugador que gana se queda con todas las cartas, tanto aquellas a las que se le ha dado la vuelta como las que estaban en la mesa, boca arriba y boca abajo.
Método de juego
En un juego como este, no es posible utilizar ningún método especifico, ya que todo depende de cómo están distribuidas las cartas en los respectivos montones.
Lo único que se puede hacer es darle la vuelta a las cartas y descubrir junto a nuestro rival lo que el destino (y la suerte) nos depara. En realidad, se trata de divertirse simple y llanamente.