Inicio | Especiales | Saber Detectar y Gestionar el «Tilt» Durante el Juego

Saber Detectar y Gestionar el «Tilt» Durante el Juego

26 septiembre 2023

En los juegos de azar se puede ganar, lo que traerá consigo emociones muy positivas, o se puede perder, algo más difícil de asimilar. Sin embargo, siempre que se juega de manera responsable, estas rachas no deberían suponer un gran problema.

¿Qué es el «Tilt»?

Puede que, durante una partida, las emociones nos superen y dejemos de tenerlas bajo control, lo que hará que nuestra mente entre en estado de «tilt».

Este es un estado de ánimo en el que ya no podemos gestionar bien nuestra forma de juego (ni nuestro dinero) y tomamos decisiones (y hacemos apuestas) sin sensatez alguna, desde un punto de vista matemático, o que están fuera de nuestro alcance. Se trata de una situación que, si tenemos la mente fría, podremos percibir fácilmente, pero que nos costará detectar una vez hemos sucumbido ante ella, por lo que es mejor pararse a pensar antes de llegar a ese punto.

Es necesario aclarar que el «tilt» no es un estado que afecte solo a algunas personas ni que afecte solo a los que están enganchados a los juegos de azar de manera patológica. Nos referimos a un estado mental que puede sufrir cualquier jugador, del más novato al más experto.

Aunque es cierto que hay personas más predispuestas a sufrirlo debido a su carácter y que suele afectar más a los jugadores inexpertos, en general se pueden dar momentos de pérdida del control en muchas situaciones.

¿Por qué entramos en estado de «Tilt? ¿Cómo podemos detectarlo?

Los factores que suelen desencadenar el «tilt» durante el juego pueden ser incontables y, a veces, pueden derivarse de una circunstancia previa (estamos cansados, hemos bebido, estamos enfadados, etc.). No obstante, la gota que colma el vaso suele ser una racha de jugadas desafortunadas que nos hacen pensar que la suerte no está de nuestro lado.

La creencia que hay detrás de este pensamiento es que no nos merecemos esa mala suerte y que ya es hora de que la buena suerte nos compense. Esto nos puede llevar a aumentar las apuestas de una manera muy imprudente, a apostar por resultados menos probables pero que pueden proporcionar premios mayores, a olvidarnos de seguir un criterio matemático a la hora de jugar o, directamente, a dejar de regirnos por el sistema o método que nos habíamos propuesto seguir.

En definitiva, estaremos forzando la mano en una situación en la que la suerte nos está avisando de que no es nuestro momento, lo que casi siempre empeorará las cosas y complicará la situación, tanto a nivel emocional como económico. Se trata de una especie de «trance» durante el que no podemos resistir la tentación de seguir compitiendo contra la suerte, más aún cuando nuestro cuerpo también nos incita a ello: se acelera la respiración, el corazón late muy deprisa, la mente solo puede pensar en las jugadas que nos han hecho perder dinero e, incluso, el tiempo parece flotar dentro de una burbuja; una que, inevitablemente, acabará explotando y dejándonos malheridos.

¿Cómo podemos evitar el «Tilt»?

En este punto es importante recordar lo que hemos dicho antes: evitar el «tilt» una vez ya hemos sucumbido ante él es muy complicado. Cuesta mucho detectar las señales, poner orden a los pensamientos y salir de ese bucle. Es una situación parecida a la que se experimenta durante un ataque de pánico, una situación de la que no conseguimos salir hasta que no volvemos a estar en nuestra zona de confort o hasta que no pasa el momento más crítico.

Por lo tanto, si en ese momento no podemos hacer frente a la situación, lo primero que tenemos que hacer es… ¡no hacer nada! De verdad, nada. Darnos un tiempo es lo único que puede salvarnos de ese momento de pérdida del control. Es probable que cualquier otra acción que llevemos a cabo en la mesa de juego acabe siendo perjudicial, ya que habremos tomado la decisión en función de suposiciones mentales erróneas y guiados por ese estado de ánimo en el que nos encontramos.

Es mejor darse un tiempo, levantarse de la mesa o abandonar la partida un momento para despejar la mente y asimilar lo que acaba de suceder. Poco a poco podremos volver a controlar la situación y nos repetiremos esta frase en la cabeza: «La mala suerte no tiene nada en nuestra contra».

Lo que pasa es que en todos los juegos hay partidas en las que tenemos menos suerte, jugadas en las que acabamos perdiendo manos increíbles, rachas de mala suerte que nos persiguen o jugadas en las que la banca nos gana solo por un punto. Así son los juegos de azar. El problema es que nos impactan más las rachas de mala suerte, a las que damos mayor importancia y se nos quedan grabadas a fuego en la mente, que a las rachas de buena suerte, ya que estas últimas las olvidamos tan pronto como perdemos una jugada.

El cerebro está programado para recordar lo negativo con mayor facilidad. Un mecanismo ancestral que ayudó a la raza humana a sobrevivir en un pasado muy lejano, pero que, a día de hoy, tenemos que conseguir eliminar de nuestro cerebro para que lo negativo no nos afecte tanto y podamos asumir de antemano que la «varianza» (ese momento en el que la estadística parece odiarnos) es parte del juego.

Cómo controlar el «Tilt»

Como hemos dicho, es importante que nos demos un tiempo para reflexionar y que nos autoconvenzamos de que se trata solo de un juego en el que la mala suerte puede hacer su aparición de vez en cuando.

Sin embargo, también es esencial que hagamos un trabajo previo para controlar el «tilt». Más allá de si jugamos más o menos tiempo a cualquier tipo de juego, seguro que tendremos períodos de varianza positiva y períodos de varianza negativa (que serán los que, como siempre, recordaremos durante más tiempo); por lo tanto, tenemos que ayudarnos a nosotros mismos para conseguir gestionar las emociones y poder disfrutar del juego como lo que es: un modo de divertirse.

Pero ¿cómo lo hacemos? Vamos a ver algunas reglas básicas que debemos respetar mientras jugamos:

  • Jugar siempre con un presupuesto bien definido y con unos límites que vayan en consonancia: si entramos en estado de «tilt» tras perder una parte de nuestro presupuesto y perdemos el control, esto significará que hemos empezado a jugar con unos límites preestablecidos que están fuera de nuestras posibilidades. El presupuesto que definamos tiene que ser una cantidad que no nos preocupe perder, pues estará a merced de nuestra diversión, tanto si ganamos como si perdemos. Asimismo, es importante que el juego que elijamos tenga unos límites de apuestas que nos permitan jugar durante el mayor tiempo posible, incluso aunque entremos en una racha interminable de pérdidas (algo que, como ya hemos dicho antes, acabará pasando).
  • Elegir nuestro propio sistema de control: hemos dicho en numerosas ocasiones que en las mesas de los casinos no hay métodos o sistemas que nos aseguren la victoria. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es utilizar nuestro propio método para controlar todo el tiempo nuestras apuestas y evitar momentos de «tilt» siguiendo ese plan inicial que nos habíamos marcado. De lo contrario, lo mejor es abandonar el juego durante un tiempo si vemos que nos estamos desviando mucho de nuestro plan.
  • A la mesa de juego vamos a divertirnos, así que, además de seguir las dos reglas anteriores, tenemos que intentar no jugar partidas muy largas cuando llevamos días sin dormir, hemos discutido con algún ser querido, hemos tenido un día muy estresante en el trabajo o, peor todavía, cuando nuestro estado psicofísico no es el más adecuado. No podremos divertirnos si jugamos por venganza o por otros motivos que no sean el entretenimiento que ofrece el juego en sí.
  • Jugar acompañado: puede parecer una tontería, pero muchas veces es suficiente con no estar solos y tener a alguien al lado de quien nos fiemos y que nos ayude a recuperar el control de la situación si, por el motivo que sea, estamos entrando en un estado de «tilt». Controlarse mutuamente es una buena forma de divertirse juntos y de evitar perder la cordura si no tenemos a alguien que nos ayude a nuestro lado.