Fútbol – Historia de la Eurocopa
La Eurocopa ha ido producido momentos inolvidables a lo largo de más de seis décadas de constante transformación, sin dejar de aumentar su prestigio hasta convertirse en uno de los grandes eventos deportivos con mayor seguimiento a nivel mundial. A continuación te contamos su historia.
España, protagonista en los orígenes
La primera Eurocopa, conocida como Copa de Naciones de Europa, se disputó del 6 al 10 de julio de 1960 entre Marsella y París, con Francia, Yugoslavia, la Unión Soviética y Checoslovaquia como únicas participantes.
No obstante, el proceso clasificatorio comenzó dos años antes con 17 aspirantes y España llegó a la última ronda, pero quedó eliminada al negarse a viajar a Moscú para enfrentarse a la selección soviética, que precisamente acabó proclamándose campeona.
La siguiente edición de 1964 se celebró en Madrid y Barcelona, con España entre las cuatro clasificadas. Tras eliminar a Hungría con un gol de Amancio en la prórroga, la selección española se las tuvo que ver con la Unión Soviética en la final del Bernabéu, donde un gol de Marcelino en el minuto 84 puso el 2-1 definitivo que le dio a España el primer título de su historia.
Sin embargo, no logró clasificarse para la edición de 1968, que se celebró en Italia y acabó con la selección anfitriona proclamándose campeona.
Gloria para Müller y Panenka
En 1972 el gran protagonista por Gerd ‘Torpedo’ Müller. Autor de siete de los diez goles de Alemania Federal durante la fase clasificatoria, marcó también cuatro de los cinco tantos con los que su selección conquistó el título en Bruselas.
En la edición de 1976 también destacó un nombre propio: Antonín Panenka, cuyo sorprendente lanzamiento en la tanda de penaltis de la final contra los vigentes campeones le dio el título a Checoslovaquia, creando un estilo solo apto para los más valientes.
La primera expansión
En 1980 la Eurocopa se disputó de nuevo en Italia y pasó de cuatro a ocho selecciones, divididas en dos grupos de las que salieron los dos finalistas: Bélgica y Alemania Federal, que en su tercera final seguida alzó el trofeo continental por segunda vez.
En las tres ediciones siguientes se mantuvieron los dos grupos de cuatro selecciones, pero de ahí ya no se accedía directamente a la final, sino que se introdujeron las semifinales.
Platini y Van Basten forjan su leyenda
En 1984 la selección francesa conquistó el primer título futbolístico de su historia y el indiscutible protagonista fue Michel Platini. No solo marcó en cada uno de los cinco partidos del torneo, incluyendo la final contra España, sino que firmó nueve de las 14 dianas de los Bleus.
Cuatro años después Marco van Basten emuló a Platini al ser una pieza clave en la conquista del primer (y todavía único) título de Países Bajos. Y aunque ‘solo’ necesitó cinco goles para ser el máximo anotador del torneo, su obra de arte en la final contra la Unión Soviética sigue considerándose uno de los mejores goles de la historia del fútbol.
Dinamarca da la campanada
En la Eurocopa de 1992, disputada en Suecia, la selección danesa ni siquiera iba a participar porque no logró clasificarse tras acabar segunda de su grupo por detrás de Yugoslavia. Sin embargo, la desmembración de Yugoslavia impidió la participación de su selección y ese hueco lo acabó ocupando Dinamarca.
Contra todo pronóstico, los daneses no solventaron la fase de grupos al quedar por encima de Francia e Inglaterra, sino que también eliminaron a la Oranje por penaltis y se proclamaron campeones con un triunfo por 2-0 ante Alemania.
Las ediciones de los goles de oro
Inglaterra organizó la Eurocopa 1996, la primera que contó con 16 selecciones participantes, divididas en cuatro grupos para acceder a los cuartos de final. En semifinales Alemania eliminó a la optimista Inglaterra tras un fallo de Gareth Southgate en la tanda de penaltis y luego se impuso a República Checa en la final con un gol de oro en la prórroga.
El gol de oro también decidió al campeón en la edición del año 2000. Ya el penalti anotado por Zidane en el minuto 117 ante Portugal le dio a Francia el pase a la final de Róterdam sin necesidad de completar la prórroga, pero ese no fue el único gol de oro. Los galos forzaron la prórroga contra Italia en el tiempo de descuento y Trezeguet marcó el gol que automáticamente otorgó el título a Francia.
El año de todo al revés
La edición de 2004 quedará para la historia como la que rompió todos los pronósticos. Primero selecciones de la talla de Alemania e Italia (y España) quedaron eliminadas en la fase de grupos, luego Francia e Inglaterra cayeron en cuartos frente a Portugal y Grecia, que a su vez lograron acceder a la final.
Aunque no se esperaba que ninguna de estas dos selecciones fuera a llegar tan lejos, Portugal partía como favorita por ser la anfitriona, liderada por Luis Figo y con un joven Cristiano Ronaldo en sus filas. Sin embargo, Grecia acabó proclamándose campeona, haciendo valer su estilo rocoso y súper defensivo.
La era dorada de España
En 2008 los favoritos eran los de siempre. La Alemania de Ballack, Klose y Schweinsteiger; la Francia de Thuram, Viera y Henry; la Italia de Del Piero, Buffon y Gattuso; los Países Bajos de Van Nistelrooy, Sneijder y Robben. Sin embargo, fue la España de Casillas, Puyol, Xavi e Iniesta la que cambió el curso de la historia.
El sueño que empezó con aquella tanda de penaltis contra Italia en los cuartos de final de Viena culminó cuatro años después con la revalidación del título en Kiev, ya con la estrella luciendo en la camiseta. Todavía hoy España sigue siendo el único país que ha ganado dos Eurocopas seguidas.
La última expansión
En 2016 se produjo el que hasta ahora es el último cambio de formato, con la ampliación a 24 selecciones dividas en seis grupos, desde donde se accede a los octavos de final. Doce años después de perder la final en casa, Ricardo Carvalho y Cristiano Ronaldo lograron resarcirse en Saint-Denis, imponiéndose a la anfitriona Francia.
En la edición de 2020, celebrada en 2021, tampoco hubo fortuna para los anfitriones. Aunque el torneo se disputó en 11 países diferentes, la final tuvo lugar en Wembley, a donde Inglaterra llegó con la esperanza de alzar el trofeo por primera vez en su historia. Sin embargo, los penaltis la condenaron y convirtieron a Italia en campeona.