La historia del blackjack: ¿cómo surgió y se popularizó este juego legendario?
Muchos consideran el blackjack como el principal juego de los casinos de todo el mundo. Legiones de clientes compiten con pasión tanto en las mesas tradicionales como en los casinos online.
Normalmente se representa en películas y series de televisión con cierto dramatismo, y también se asocia a una de lujo y amor al riesgo.
En «Rain Man y «21: Blackjack», el blackjack se utilizaba como un vehículo para contar historias donde primaban la inteligencia y la estrategia.
Hay registros históricos en los que se recoge la popularidad del blackjack dentro de los cuerpos del ejército. Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados estadounidenses jugaban al blackjack para pasar el rato y aliviar el estrés.
Tampoco faltan anécdotas científicas sobre el blackjack, como la del famoso matemático y estadístico Edward O. Thorp, que en 1962 escribió el libro «Beat the Dealer», en el que explicaba sus técnicas para derrotar a los casinos mediante el recuento de cartas en el blackjack.
Este libro inspiró a generaciones de jugadores a aprender a contar cartas, lo que se tradujo en cambios en las reglas del juego para hacer más difícil el uso de esta técnica.
Las bases del juego se remontan a la época de la antigua Roma, y han sobrevivido a las guerras napoleónicas y el colonialismo americano hasta llegar a nuestros días para ocupar las pantallas de nuestros ordenadores y dispositivos móviles.
Como siempre, cuanto más profundizas en la historia, más se reducen las fuentes escritas o los testimonios fiables.
En este artículo trataremos de recorrer la historia del blackjack con el objetivo de separar los hechos del mito.
BLACKJACK: HISTORIA, LEYENDA Y PRIMEROS REGISTROS ESCRITOS
Existen teorías que afirman que el precursor del juego que actualmente conocemos como blackjack surgió en Roma bajo el nombre de «Venti-uno».
Estas teorías afirman que se jugaba con tablillas de madera que tenían los números grabados en una de sus caras.
Los romanos eran bien conocidos por su amor por el juego: algunos elementos típicos del blackjack, como tratar de alcanzar una puntuación sin pasarse de 21, quizá ya estuviesen presentes en otros juegos populares de la antigua Roma.
Sin embargo, no existen evidencias concretas que respalden esta teoría, por lo que el origen exacto de este juego sigue siendo un misterio.
Los primeros registros escritos y verificables de este juego aparecen en la novela Rinconete y Cortadillo, de Miguel de Cervantes, escrita a principios del siglo XVII.
En este texto, que forma parte de las Novelas Ejemplares, se habla con profusión de un juego llamado «Veintiuna» y de un grupo de pícaros profesionales de Sevilla que tratan de labrarse una fortuna haciendo trampas a las cartas.
En esta historia se detalla con claridad que el propósito del juego es sumar 21 sin pasarse, que el as puede valer 1 u 11 puntos y que un crupier se ocupa del reparto y la gestión de las cartas.
VINGT-UN: UN ANTEPASADO LEJANO
Si retrocedemos cerca de un siglo y medio, encontraremos pruebas de la existencia del juego, tanto en Francia como en el Reino Unido, bajo el nombre de «Vingt-un». La conexión con el libro de Cervantes es evidente, ya que usa las reglas y modos de juego que allí se mencionan.
Se dice que el mismísimo Napoleón era un gran aficionado a este juego, y que lo consideraba un juego de habilidad y estrategia.
De hecho, parece que prohibió a sus tropas que jugasen por miedo a que se distrajesen y les robase tiempo para dormir y prepararse para las batallas.
A comienzos del siglo XIX, los colonos franceses lo llevaron al Nuevo Mundo.
La literatura americana recoge una reescritura de las reglas en 1825; todavía se llamaba «Twenty-One», en clara referencia al juego original.
EL NACIMIENTO DEL BLACKJACK
Poco antes del cambio de siglo, en 1899, el juego finalmente recibió el nombre que lo haría famoso en el mundo entero.
Para promocionar este todavía poco conocido juego, los primeros casinos americanos decidieron ofrecer una bonificación especial: un pago de 10 a 1 cuando el jugador ligaba un as de picas y una jota negra.
¿Pero por qué se llama «Blackjack»?
Parece que esta opción se hizo popular durante la famosa fiebre del oro del Klondike. El término «blackjack» se refiere a la esfalerita, un mineral de sulfuro de zinc, que solía indicar la proximidad de vetas de oro y plata.
Según esta teoría, la jota negra precedía a una mano ganadora.
La combinación de estos tres elementos (la esfalerita, la bonificación en caso de ganar y el día a día de los buscadores de oro) dio al juego el nombre por el que lo conocemos en la actualidad.
LA ESTRATEGIA ÓPTIMA
La primera guía de estrategia del juego se atribuye al matemático y soldado Roger Baldwin.
Consiste en una serie de reglas y directrices que, si se siguen a rajatabla, aumentan la probabilidad estadística de ganar.
Esta estrategia decide el movimiento más ventajoso en cada situación del juego usando la estadística matemática. Algunas de sus reglas básicas son:
divide siempre las parejas de ases y ochos;
no dividas parejas de cuatros, cincos y dieces;
pide doblar siempre que tengas una puntuación de 11 puntos contra una carta de valor alto de la banca.
En general, si la queremos simplificar al máximo, la estrategia óptima sugiere plantarse cuando tienes una puntuación de 17 o superior, pedir carta si está entre 12 y 16 y la banca tiene una puntuación baja y, por último, pedir carta si está por debajo de 12.
MATEMÁTICOS DEL MIT Y LA AGENCIA GRIFFIN
A raíz del éxito de la estrategia óptima, un grupo de estudiantes del MIT decidió analizar con más detenimiento la estrategia del juego.
El equipo de blackjack del MIT estaba formado por alumnos del Massachusetts Institute of Technology, Harvard y otras universidades de primer nivel.
Durante años, este equipo estudió y perfeccionó técnicas y estrategias relacionadas con el recuento de cartas para derrotar a los casinos de todo el mundo. El grupo operó con éxito desde 1979 hasta comienzos del siglo XXI.
Además de las clásicas técnicas relacionadas con el recuento de cartas, también perfeccionó otras relacionadas con el seguimiento de los ases. De esta manera, los jugadores obtenían una ventaja competitiva de entre el 2 % y el 4 %.
AI Francesco fue el responsable de desarrollar la primera aproximación al blackjack del equipo del MIT, y un grupo de apostadores profesionales lo escogió como uno de los siete miembros fundadores del Salón de la fama del blackjack.