Fundamentos y Claves de la Estrategia de Ruleta de Nino Zantiflore
Descubre cómo la ley del tercio y el sistema de distancias pueden optimizar las apuestas en la ruleta.
La estrategia de Nino Zantiflore es una estrategia de ruleta especializada que, aunque sigue siendo intuitiva, se basa en principios estadísticos para ayudarte a encontrar las mejores oportunidades a la hora de colocar tus fichas en la mesa.
En este artículo, exploraremos en profundidad cómo aplicar este sistema, sus fundamentos teóricos y las claves para gestionar adecuadamente tu bankroll mientras disfrutas de cada giro de la rueda.
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Introducción a Nino Zantiflore

Si preguntaras en cualquier casino español cuántas personas conocen el nombre de Nino Zantiflore, la respuesta probablemente sería cercana a cero en la gran mayoría de los casos.
De hecho, su nombre es casi completamente desconocido para la mayoría de la gente, aunque es una especie de mito para los apasionados de la historia de la ruleta y las matemáticas que hay detrás de las probabilidades de la rueda.
Esto se debe a que, a lo largo de los años, Zantiflore ha compartido abierta y públicamente sus experiencias y estudios sobre los juegos de azar, proponiendo sistemas que han ido evolucionando gradualmente, incluido el definitivo basado en la «ley de los tercios».
El Increíble Trabajo de Nino Zantiflore
Como muchos jugadores, Nino Zantiflore ha pasado años buscando un sistema para ganar en la rueda de la ruleta.
Sin embargo, a diferencia de muchos otros, su viaje no ha sido únicamente a través de los abismos ocultos de su mente, sino a la luz del día, compartiendo de vez en cuando sus enfoques, estudios, pensamientos y métodos de diversa índole.
El que compartió con el mundo es un camino sembrado de errores, pero también de reflexiones interesantes que otros, a su vez, han podido desarrollar hacia otros objetivos o modificar, obteniendo nuevas oportunidades para jugar.
Sabiendo que la verdadera clave del método no consistía sólo en gestionar el caos de los números y la aleatoriedad del juego, se dio cuenta de que lo importante era tomar el control del sistema de juego utilizando técnicas específicas.
Así, a mediados de los 80, cuando publicó su primer libro sobre el sistema de distancias numéricas en la ruleta, titulado «El fin del juego», ideó un montón de formas diferentes de jugar.
Esas ideas acabaron convirtiéndose en lo que compartió en 2010 como «La evolución final», que se basa en la «Ley de los tercios».
El Sistema de las Distancias

La ruleta siempre ha sido un terreno fértil para la innovación en estrategias de apuestas. Al igual que con otras guías (como las estrategias Martingala o Fibonacci), la clave está en comprender la lógica detrás de cada sistema.
La estrategia Nino Zantiflore no es una excepción. Inspirada en el análisis numérico y en una observación meticulosa de las secuencias ganadoras, esta metodología invita a los jugadores a apostar de manera calculada y controlada, maximizando las rachas positivas y mitigando los riesgos en las rachas adversas.
Una de sus primeras propuestas se basó precisamente en este sistema de distancias, también conocido como sistema «príncipe», siguiendo una anécdota según la cual fue un príncipe árabe quien lo inventó en las mesas de Montecarlo.
La idea detrás del sistema de distancia es que hay números que salen con más frecuencia que otros, y que de alguna manera estos números, que son un sello distintivo de cada rueda de ruleta (ya sea la «mano» del repartidor o una sección específica de la distribución aleatoria), pueden buscarse y encontrarse.
El primer paso para aplicar este método es marcar la posición de cada número en la rueda.
Para simplificar el cálculo, cada número puede asociarse a un número correspondiente a su posición en la rueda, empezando por cero y moviéndose en el sentido de las agujas del reloj.
Por ejemplo, la posición del número 32 podría ser 1, la posición del número 15 podría ser 2, la posición del número 19 podría ser 3, y así sucesivamente. Una vez que hayas asignado una posición a cada número, puedes pasar al siguiente paso.
Para encontrar la distancia entre dos números, debes marcar en la rueda la posición del número que salió y la posición del número anterior.
Por ejemplo, si el número que sale es el 32 y el número anterior es el 2, hay que calcular la distancia entre las dos posiciones (la posición del 32 es el 1 y la posición del 2 es el 7, por lo que la distancia entre los dos números es 5 (7-1=6, pero teniendo en cuenta que hay 36 números en la ruleta, se obtiene 6/36=1/6=0,166… es decir, 5 en seis tiradas).
Una vez calculada la distancia entre dos números, se puede marcar el resultado y el jugador puede seguir apostando. Un jugador que utiliza el método de la distancia apuesta a los números que siguen. 166… es decir, 5 en seis tiradas).
Una vez calculada la distancia entre dos números, el resultado puede marcarse y el jugador puede seguir apostando.
Un jugador que utiliza el método de la distancia apuesta a los números que siguen a las secuencias de números que salen repetidamente y con una distancia similar entre ellos.
La Ley del Tercio

Para completar y desarrollar el sistema, integramos la llamada «ley del tercio», que junto con el principio de Bernoulli pone de manifiesto cómo, con una muestra suficientemente grande, cada número debería salir con una frecuencia estadística similar a la ideal (es decir, una vez cada 37 de media).
La regla de los tercios, en particular, nos dice que de los famosos 37 aciertos de media, tendremos un rango de unos 24 números que salen y 13 que faltan, con la consecuencia de que tendremos al menos 13 repeticiones numéricas en esa serie.
Hay que decir que, obviamente, las matemáticas demuestran que cada lanzamiento es una historia aparte y, por supuesto, la bola no tiene memoria de sus resultados anteriores.
Sin embargo, es legítimo esperar tener un cierto grado de permanencia en los números individuales, intentando al menos reconocer las repeticiones cuando salen dos tercios de los números.
En cuanto a los pares, tríos y sextetos (y así sucesivamente), la ley de los tercios pierde gran parte de su eficacia al entrar en juego variables complejas que son difíciles de manejar.
En conclusión, ¿son ganadores los sistemas implementados por Nino Zantiflore?

Él mismo da la respuesta, afirmando claramente que cualquier sistema puede ganar o perder, ya que se basan en algo muy aleatorio.
La importancia de tener un sistema, sin embargo, es inherente a la idea de tener una visión clara del juego que se va a jugar, útil no para encontrar un beneficio seguro, sino al menos para no perder el control de lo que está en juego.