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Cinco Estrategias Para Jugar De Manera Segura y Responsable

9 agosto 2023

Los juegos de azar pueden ser un pasatiempo realmente divertido, pero hay que tomárselos con calma para jugar de manera segura y responsable.

En lo que respecta a la seguridad, esta debe estar garantizada por las certificaciones y controles de las plataformas (online) y de los casinos (físicos), mientras que la responsabilidad recae sobre el sentido común de cada jugador. Vamos a darte algunos consejos muy sencillos y útiles para hacer que el juego siga siendo solo una afición sin que tengas que correr riesgos.

Estas cinco estrategias siempre las deberíamos de tener presentes.

1. Jugar solo en sitios seguros y certificados

El mundo online no tiene límites y no es difícil dejarse llevar más allá de lo permitido. Sin embargo, cuando hablamos de juego, la primera regla que debemos seguir siempre es confiar única y exclusivamente en salas de juego seguras.

En España esta garantía la aporta la Dirección General de Ordenación del Juego en España, que es el organismo encargado de los casinos y salas de juego. La DGOJE se encarga de supervisar, monitorizar y regular los casinos y sus juegos, sino que además se encargan de toda la información relevante relativa al juego responsable en las diferentes plataformas.

Saber que podemos jugar en un entorno seguro en el que no se permiten ni se pueden llevar a cabo operaciones ilegales es el primer paso para poder divertirnos de manera responsable.

2. La gestión del saldo

Cuando hablamos del saldo, nos referimos a la cantidad de dinero que hemos decidido destinar al juego y que depende, en gran medida, de nuestras posibilidades económicas.

En cualquier caso, hacer números y determinar una cantidad para mantener la situación siempre bajo control es de vital importancia.

La gestión de nuestro saldo consiste en regular nuestras apuestas y nuestra forma de jugar para evitar perder todo nuestro capital de manera imprudente y rápida.

En este sentido, saber siempre cuánto saldo tenemos disponible, establecer límites de pérdidas (y de ganancias) para cada sesión y ser conscientes en todo momento de la situación es fundamental para no caer en excesos o para no perder el control.

3. Configuraciones de control en las plataformas

A pesar de tener toda la buena voluntad posible, ser conscientes en todo momento de los riesgos es algo que se le hace muy cuesta arriba a muchos jugadores. Sobre todo, tras rachas de mala suerte o durante una sesión en la que se acumulen las pérdidas.

Por este motivo, en todas las plataformas certificadas, se pueden configurar ciertos parámetros que nos ayuden a limitar nuestras posibilidades, incluso en esos momentos de desesperación.

  • Límites de depósito: es una de las primeras opciones que vemos durante el proceso de registro online. Consiste en establecer una cantidad máxima que podemos depositar durante un periodo determinado (al día, a la semana o al mes). Una vez superado este límite, no podremos jugar ni hacer más depósitos.
  • Límites de apuesta: de manera similar, casi siempre se puede establecer un límite máximo de apuesta según el tipo de juego (por ejemplo, puedes establecer no apostar más de «x» cantidad de euros en cada giro de la ruleta).
  • Periodo de pausa/autoexclusión: si estamos ante un caso más complicado, incluso podemos establecer un periodo en el que no podremos acceder a las mesas ni a nuestra cuenta. Una vez que acabe el periodo fijado, podremos volver con normalidad.

4. No jugar cuando no se está en condiciones

Esta regla es universal en el mundo del juego, ya que solo debemos jugar cuando estemos en condiciones de disfrutar de manera responsable.

Hablamos, evidentemente, de evitar jugar cuando hemos bebido demasiado, cuando hemos tomado medicamentos o cuando estamos muy cansados. Lo más probable es que no estemos en condiciones de jugar de la mejor manera ni de considerar adecuadamente el factor de riesgo de nuestras apuestas.

Esto también vale para cuando tenemos un estado emocional inestable. No es lo más aconsejable jugar cuando estamos deprimidos (sobre todo si parte de la depresión se debe a pérdidas en el juego) o incluso cuando estamos solo enfadados (y consideramos el juego una forma de desahogo).

En resumen, no debemos jugar cuando no somos capaces de evaluar los riesgos del juego.

5. No jugar para «ganar dinero», sino para divertirse

El último punto no suele darse tan por hecho como los demás. Es obvio que todos los aficionados al juego esperan acabar sus partidas con ganancias, pero la mejor manera de no salirse del camino del juego responsable y seguro es ser conscientes de que esto, sobre todo, es solo un puro divertimento.

Si nuestro objetivo es jugar para «ganar dinero», es mejor que nos dediquemos a otra cosa (no olvidemos que estamos hablando de que, en el juego, la banca tiene una ventaja, por pequeña o grande que sea).

De la misma manera, nunca deberíamos jugar solo para recuperar el dinero que hemos perdido. Este círculo vicioso puede ser muy perjudicial y a veces puede empeorar la situación (económica y mental).

El enfoque adecuado que debemos darle al juego responsable es el que ve esta actividad tal y como es: un momento de entretenimiento más o menos prolongado. Es cierto que en muchos casos puede conllevar un «coste» (que ya deberíamos tener previsto, como hemos mencionado en el punto de la gestión del saldo), pero nada diferente a cualquier otro pasatiempo o actividad recreativa.

En este sentido, lo que podamos ganar simplemente se debe considerar como un «plus» añadido a nuestra diversión.