Historia de los casinos y de los juegos
El mundo de los juegos y las apuestas es antiguo. Una parte innata de la naturaleza humana, los juegos y la competición (incluso algunos similares a los que jugamos hoy) se remonta a hace miles de años. Vamos a explorar juntos la historia milenaria de casinos y juegos.
¿Quién inventó el casino?
Los casinos son el sello distintivo de las principales ciudades del mundo, con lugares como Londres, que tienen una larga y rica herencia de casinos. Mientras que varios juegos de apuestas anteceden a cualquier registro histórico, la historia de los casinos es un poco más fácil de trazar.
El primer casino moderno, Il Ridotto, abrió sus puertas en Venecia en 1638. Los historiadores lo consideran el primer casino del mundo. Il Ridotto, que en italiano significa «habitación privada», se abrió para entretener a los patrocinadores del Carnaval veneciano. Era obligatorio ordenar comida y bebida, y había un estricto código de vestimenta de sombreros y máscaras.
Historia del blackjack
La popularidad del blackjack reside en la idea de ganarle a la casa. La dinámica de enfrentarse al crupier, además del elemento añadido del conteo de cartas para superar el margen de la casa, hacen del blackjack el juego de cartas más popular en la mayoría de los casinos.
El primer registro de un juego similar se remonta al siglo XVII, o tal vez antes. En Rinconete y Cortadillo, de Miguel de Cervantes (1613), aparece un juego español denominado veintiuna (21). Hay registros de un juego llamado veintiuna hasta en 1440, aunque varios juegos no relacionados con el blackjack han compartido este nombre.
Varios países tenían juegos similares. El blackjack moderno surgió en el juego francés vingt-et-un (21), en el siglo XVIII. Los inmigrantes franceses llevaron el juego a América y se asentó en los casinos del Nuevo Mundo.
Allí, se adoptaron dos reglas que mejoraron terriblemente la experiencia del jugador. En primer lugar, el repartidor tenía que pedir con manos de 16 o inferiores. En segundo lugar, los jugadores podían ver una de las cartas del crupier. Durante un tiempo hubo una regla que consistía en que un 21 natural conseguido con el as de picas y una jota negra (black jack en inglés) pagaba una bonificación; esta regla duró poco, pero nos dejó el nombre actual de blackjack.

Historia de la ruleta
La historia de la ruleta va prácticamente de la mano con la historia de los casinos. Se suele acreditar al matemático francés Blaise Pascal como inventor del juego de la ruleta en París. Su intento por inventar una máquina de movimiento perpetuo fracasó, pero la «rueda pequeña» (roulette, en francés) resultante permaneció. Esta no fue la única contribución de Pascal al mundo del juego. Su correspondencia con Pierre de Fermat dio como resultado el desarrollo de la teoría de la probabilidad.
París siguió siendo el hogar de la ruleta durante el siglo XIX. Poco después se convirtió en un popular juego de casino en toda Europa gracias a los hermanos franceses François y Louis Blanc. Tras expandirse por primera vez a Alemania, Montecarlo se convirtió en el principal destino de casino del continente cuando los hermanos Blanc obtuvieron una licencia de juego y abrieron un casino que incluía una rueda con un solo cero.
La rueda de un solo cero de los hermanos Blanc aumentó tanto la popularidad del juego que se creó una leyenda alrededor de ellos. Se decía que los hermanos habían hecho un trato con el diablo, dando sus almas a cambio del éxito del juego. ¿La mejor parte del mito? Todos los números de la rueda de la ruleta suman 666.
Historia de los dados
Los dados son uno de los juegos más reconocibles en cualquier casino físico, sobre todo debido a lo ruidosa que puede ser la gente que se reúne en torno a la mesa. Los juegos de dados se han jugado desde antes de que la historia se registrase por escrito; se han encontrado de hasta el 3.000 a.C., en Mesopotamia. Es decir, más antiguos que las pirámides.
Algunos dados estaban tallados con nudillos de cerdos y hueso de talón de oveja, de forma cuadrada; el término nudillos (knucklebones) sigue usándose en inglés para referirse a los dados hoy en día. Una teoría sobre el origen de los dados es que los soldados romanos lanzaban dados tallados con nudillos sobre un escudo puesto boca arriba, cuya forma es parecida a la de una mesa de dados.
Aunque esto seguramente no es cierto, a los romanos les encantaba jugar a los dados. Julio César lanzó su famosa frase «Alea Iacta Est» (la suerte está echada; literalmente «los dados han sido lanzados») al cruzar el río Rubicón, y el emperador Claudio ordenó una mesa especial en la que jugar a los dados en su carruaje.
El juego de dados que se juega hoy en día comenzó a tomar forma cuando John H. Winn introdujo la opción de apuesta «no pase» para que el casino tuviera una ventaja sin recurrir a las trampas. Esto resultaba un problema en los casinos americanos del siglo XIX, ya que el juego entonces ofrecía poca ventaja a la banca.
Historia de las slots de casino
Cualquier discusión sobre la historia de los casinos está incompleta si no se menciona el juego de casino más popular del mundo. Las máquinas de premios que funcionan con monedas se desarrollaron de forma simultánea a ambos lados del Atlántico en última década del siglo XIX. Tanto en el Reino Unido como en EE. UU., las máquinas de slots se hicieron muy populares al formar parte de la tendencia de llenar la vida cotidiana de dispositivos «automáticos». La generación que innovó las slots también creó fonógrafos, películas animadas, máquinas registradoras y máquinas expendedoras.
Las primeras slots presentaban las siguientes características comunes: una ranura (slot) para introducir una única moneda, una ventana en la que se veían tres rodillos que contenían distintos símbolos, una palanca de la que se tiraba para que se iniciase la secuencia de giro de los rodillos mecánicos, pagos por alinear determinadas combinaciones de símbolos y pagos automáticos en monedas que salían de la máquina.
Bally revolucionó las slots en los 60 a partir de un juego denominado Money Honey. Money Honey hizo su aparición a finales de 1963. Aprovechando los avances en el campo de la electrónica, las máquinas Bally redefinieron las slots en imagen y semejanza de la Strip de Las Vegas: colores brillantes, luces parpadeantes, ruidos intensos y la promesa de una acción vertiginosa.
En 1979, un distribuidor de Bally llamado William «Si» Redd creó International Gaming Technology (IGT), empresa que dominó la innovación y las ventas en el campo de las slots al final de la década. Poco después de su fundación, IGT presentó la primera slot de videopoker.