Juego Lento: Aprende a Sacarle Jugo a tu Mano de Póker
Jugar lento si lo sabes hacer puede servir de gran ayuda para ganar una mano de póker y por ello, te queremos dar a conocer cómo es la mejor manera posible de hacer ese “slow playing” que dicen los ingleses.
Una de las maneras más interesantes para jugar al póker es hacerlo de manera lenta. A pesar de que puedas tener claras tus opciones y qué vas a hacer en los siguientes pasos, tomarte tu tiempo y jugar al despiste es sin duda una táctica muy utilizada por los mejores jugadores. Por esa razón hemos querido prepararte una guía de cómo jugar una mano con calma, a pesar de que te sientas ganador.
Eso sí, es importante recalcar que cualquier táctica o estrategia, nunca garantiza el éxito. Pueden ayudarte a mejorar tus resultados y conocer mejor a tus rivales, pero no siempre resultarán ganadoras.
Una estrategia muy interesante
El objetivo de este sistema de juego es conseguir que tus oponentes sobre la mesa acaben apostando más dinero. Si tienes una buena mano, pero apuestas fuerte desde el principio, es posible que nadie te siga el juego y acabes llevándote pocos réditos. Por ello, el ir con calma y subiendo poco a poco puede ser el mejor camino al éxito del póker, por lo que es muy recomendable utilizar esta táctica tanto en partidas físicas como en el póker online.
Dentro de la mano has de intentar controlar todos los aspectos, incluyendo por supuesto el emocional. No gesticules más de la cuenta y ni mucho menos sonrías. Duda y muestra disconformidad, sin pasarte de teatrero, en cada uno de los pasos que des.
¿Cómo jugar lento al póker?
Para utilizar este sistema lento de juego en el póker, lo primero que debes saber es que tienes una mano fuerte y casi seguro, ganadora de la ronda. A partir de ahí la misión de esta estrategia es manifestar todo lo contrario y hacer parecer que tus cartas tienen una jugada muy inferior.
La idea al principio es empezar igualando apuestas o yendo con la boca pequeña, como diciendo “a ver qué pasa”. Sin duda, la mejor manera de jugar si desde el comienzo tienes buenas opciones y no quieres espantar al resto de los jugadores antes del flop.
De ahí que hacer un all-in o subir la ciega alta demasiado pronto no son opciones interesantes al inicio de la partida, sino que más bien has de dejarte ir en función del resto de los participantes.
La idea es hacer las grandes subidas al final, en la última o penúltima oportunidad que tengas. Ahí cuesta más a los jugadores echarse atrás y no revelar sus cartas, sobre todo cuando se han pensado durante toda la mano que la suya es la mejor combinación de la mesa.
Por ello, es primordial tener cierta experiencia para realizar esta táctica que los ingleses denominan “slow playing”. De lo contrario, te pueden pillar pronto y eso limitaría tus opciones de acabar engrandando el bote final.
¿Cuándo jugar lento al póker?
Por último, es importante seleccionar los momentos en los que jugarás de esta manera. Por supuesto lo suyo es hacerlo cuando desde casi el principio de la mano sabes que vas a ir fuerte, pero quizás te toque improvisar en alguna partida cuando tus cartas vayan mejorando en función de los turnos. En ambos casos el juego lento es una gran opción para conseguir ese objetivo de que el bote se engrandezca y puedas acabar llevándotelo.