Cómo Gestionar Nuestro Bankroll Cuando Jugamos A La Ruleta
Entre los muchos aspectos que hacen de la ruleta uno de los juegos de casino más populares del mundo, probablemente su sencillez sea uno de los más importantes.
Solo hay que saber unas pocas reglas sencillas y tener algo de suerte. Pero precisamente estas apuestas frenéticas pueden a veces desencadenar una compulsión, por lo cual siempre es mejor acercarse al juego de manera responsable y gestionar bien el bankroll, es decir, nuestro capital.
El juego de la ruleta
Como hemos dicho ya, no hay falta estudiar mucho para poder empezar a jugar a la ruleta. El juego de base tiene dos fases simples: la apuesta en la mesa y el giro de la rueda que establece el número ganador.
No hay que hacer grandes cálculos matemáticos ni seguir complicadas tablas. Simplemente necesitamos una buena dosis de suerte, un mínimo de comprensión de las probabilidades y, sobre todo, la capacidad de gestionar nuestras apuestas de manera consciente (tanto su tipo como su valor).
Gestionar nuestro capital
La ruleta es un juego cargado de acción y con un ritmo de apuestas particularmente elevado, además de tener un número muy alto de opciones (números, caballo, rojo, negro, pares, impares, tercios, columnas, etc.).
Muchas oportunidades para ganar, pero también otras tantas para perder rápidamente nuestras apuestas si no sabemos gestionarlo de la mejor manera.
Por eso, lo primero que hay que hacer es decidir con anterioridad cuál es nuestro «bankroll» dedicado a la ruleta, es decir, cuánto dinero queremos dedicar a divertirnos con el juego.
Obviamente, no existe una cifra prestablecida porque depende de las posibilidades de cada persona, pero en cualquier caso debe ser una cantidad que no tenga un peso importante ni en los recursos económicos ni desde el punto de vista «mental». Hecho esto, estamos listos como mínimo para entender cómo usarlo bien en la mesa de ruleta.
Primer paso: elegir la ruleta
Si somos conscientes de cuándo dinero tenemos para el juego de la ruleta podemos organizar mejor nuestra sesión y cada una de nuestras apuestas para evitar, por ejemplo, tener que dejar la mesa después de haber dilapidado todo en un giro de la ruleta.
Cada elección que hacemos durante una sesión de juego puede contribuir a mejorar o empeorar nuestro margen contra la banca. De hecho, lo primero que hay que hacer es optar por jugar principalmente en las ruletas tipo «francesa» (o «europea»), donde solo hay un «cero» entre las opciones.
Solo esto fija el porcentaje de ventaja de la banca en solo un 2,7 %, a diferencia del 5,26 % que tienen las americanas con el doble cero. Si además tenemos a nuestra disposición la elección de mesa con reglas de «La Partage» o «En Prison» (opciones en las que, cuando sale el cero, aún se puede jugar la apuesta), este margen baja hasta el 1,35 %.
Ojo con las apuestas
Un aspecto fundamental para la gestión del bankroll es controlar lo mejor posible nuestras apuestas. Esto significa no invertir jamás más de un determinado porcentaje de nuestro capital en cada tirada, de modo que podamos amortizar los periodos de pérdidas más o menos largos.
En líneas generales, no debemos nunca apostar un valor superior al 1 % – 2 % de nuestro capital en cada tirada de la ruleta (es decir, si tenemos 100 € de bankroll, no subir de 1-2 euros por tirada). Este porcentaje es puramente indicativo y puede variar según diversos factores.
El primero puede ser la relativa probabilidad de salida de nuestra apuesta. De hecho, es distinto si estamos apostando a la salida de un solo número (que se paga 5:1, pero como sabemos tiene una probabilidad de salida del 2,7 %) que si decidimos apostar a opciones como rojo o negro (que se pagan 1:1 pero estamos jugando poco por debajo del 50 % de probabilidad).
Lógicamente, en el primer caso tendremos que mantener baja la apuesta para no jugarnos de golpe un porcentaje demasiado alto de nuestro bankroll (ya que probablemente tendremos que esperar mucho para obtener una ganancia), mientras que en el segundo caso podemos decidir aumentarla (pero nunca por encima del 5 %), ya que obtendremos retorno más a menudo.
Por otra parte, hay un aspecto relacionado con el carácter de cada persona, según lo propensos que seamos a aceptar las pérdidas y el riesgo. Algunos empiezan a perder el control después de perder unas pocas apuestas variando (generalmente aumentando) la cantidad de las apuestas (y acaban por perder aún más), otros, en cambio, consiguen jugar tranquilamente incluso cuando la mala fortuna golpea duramente nuestro patrimonio.
Establecer la duración y los límites para las sesiones
Hay otras pequeños detalles a los que debemos prestar atención en la mesa de juego para intentar conservar nuestro capital de la mejor manera.
Lo primero que hay que establecer con anterioridad es la duración de nuestra sesión de juego. Esto nos permitirá no solo gestionar aún mejor nuestras apuestas, sino también evitar quedarnos demasiado en la mesa y acabar por perder cuando estamos arriba o irnos aún más abajo cuando perdemos.
Según esto, un buen método es poner límites, si no queremos dar demasiada importancia al reloj. No solo en caso de perder (el «stop loss», es decir, salir de la mesa cuando se alcanza una cifra máxima de pérdidas), sino también cuando ganamos (el «stop win», es decir, levantarse de la mesa también cuando hemos conseguido una cifra prevista de beneficios.
Un error que evitar: no perseguir los retrasos
Entre todos los errores que podemos cometer con nuestro bankroll, quizá uno de los más comunes es la idea de «perseguir los retrasos».
Esta idea se basa en la falsa percepción de que la ruleta tiene que «compensar» de alguna manera lo que sale durante nuestra sesión de juego. Por poner un ejemplo, si en diez tiradas no ha salido nunca un número de la primera docena, entonces es más probable que salga en la siguiente tirada.
Con esta convicción, a menudo podemos no solo apostar por la primera docena en esa tirada, sino aumentar (o doblar) la apuesta en las siguientes tiradas hasta que salga. Este modo de apostar es exactamente el mejor método para perder todo nuestro capital en poco tiempo.
En realidad, cada tirada de la ruleta va por libre. No hay «memoria» de lo que ha sucedido anteriormente y la probabilidad de que ese número concreto salga en la siguiente tirada es la misma que había en la tirada anterior. Es cierto que la ley de los grandes números nos dice que, antes o después, las salidas reales coincidirán con las estadísticas. Pero hablamos precisamente de números muy altos. Nada que ver con una sesión cualquiera que podamos tener jamás no solo en un par de noches, sino a lo largo de toda nuestra vida siquiera